¿Y tú de quien eres?



Hay dos tipos de personas: las que empiezan un escrito con la frase 'hay dos tipos de personas' y las que no.

No, enserio, hay dos tipos de personas: las que usan paraguas y las que no. Y por algún motivo, las que sí los usan andan pegadas a los edificios, aprovechando los pequeños recobecos entre balcones y suelo que resguardan de mojarse a los que no lo usamos.

¿Porqué? Ni idea. Si yo decidiera sacrificar una de mis manos y mi comodidad para conseguir mojarme sólo de cintura para abajo, iría con la cabeza bien alta por en medio de la acera, orgullosa de mi decisión y sin preocuparme de ningún otro techo que el de la estructura que auto sostengo -a la altura perfecta para dejar tras de mi una montaña de tuertos-. Pero no. Necesitan doble cobertura antilluvia. Les dará miedo la lluvia ácida.

Mi petición: dejad el paraguas en casa, o dejad los bajos de los balcones para los que no lo llevan. Egoístas, más que egoístas.




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